domingo, 23 de mayo de 2010

Distrito federal de Mexico



Museo Rufino Tamayo
La experiencia de visitar el museo comienza con la aproximación al sitio; el edificio se pierde entre el bosque joven que le rodea, por dos razones: se ubica a 150 metros del Paseo de la Reforma, y su conformación a base de taludes cubiertos de vegetación en tres de sus lados, una clara reminiscencia a la arquitectura precolombina que en las hábiles manos de sus autores resulta en esta arquitectura que se funde con el entorno, dejando claro el ingreso que tiene un gesto fuerte de jerarquía, en la única de sus fachadas perpendicular al suelo. Todos sus muros y piso están hechos en concreto cincelado aparente. Para ingresar, subimos una ligera escalinata y pasamos bajo la grapa que se encuentra a 45 grados con el volumen de fachada. Una vez adentro y sin mucho preámbulo, se ingresa hacia las salas de exposiciones o bien bajamos por una rampa hacia el espacio a doble altura que es el patio central cubierto e iluminado por tres tragaluces de la longitud total del patio.